DE LA HERMANA Y MADRE TIERRA
Esta hermana que tenemos
como madre cada año
nos reclama por el daño
que el mal provecho le hacemos
cuando el pecado en extremo
explota el bien esencial
con ambición desleal
desperdiciando recursos
sin respetar el transcurso
de renovación vital.
No pensar en los demás,
qué indiferente querella,
No pensar en los demás,
qué indiferente querella,
son todos hijos de ella,
hermanos todos, y aún más:
hijos de un Padre veraz
que tanto en ella dispuso
para todos en buen uso
con ecuánime reparto,
no estos dolores de parto
que ella sufre por abusos.
Laudato Si
Laudato Si
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