61-Emilio Finot



SÉ DIGNO

No pidas favores ni a tu propio hermano
si sobre este mundo te hallas libre y sano.
No grites ni llores en instantes críticos.
Aprende a ser hombre dominando obstáculos.
¡Solo los ancianos y los paralíticos
necesitan báculos!

Trabaja, y no llames "infame egoísta"
a quien, trabajando, bienestar conquista,
y labra una dicha con paciente afán,
y come un pan hoy, guardando otro pan
para que mañana, si el pan escasea,
quien fue hábil obrero, mendigo no sea...

Debes saber, joven, que quizá no existe
en el triste mundo situación mas triste
que la de las gentes que deben favores
y oyen la voz agria de los acreedores.

Si, buscando un puesto que vivir permita
toda una existencia de holganza infinita,
pides el apoyo de falsos políticos,
darás el más triste de los espectáculos.
¡Sólo los ancianos y los paralíticos
necesitan báculos!

Emilio Finot

62-Efrén Rebolledo



LOS BESOS

Dame tus manos puras; una gema
pondrá en cada falange transparente
mi labio tembloroso, y en tu frente
cincelará una fúlgida diadema.

Tus ojos soñadores, donde trema
la ilusión, besaré amorosamente,
y con tu boca rimará mi ardiente
boca un anacreóntico poema.

Y en tu cuello escondido entre las gasas
encenderé un collar, que con sus brasas
queme tus hombros tibios y morenos,

y cuando al desvestirse lo desates
caiga como una lluvia de granates
calcinando los lirios de tus senos.

Efrén Rebolledo

63-Claudio Peñaranda



EL ALMA DEL AGUA

Cual una cinta de plata,
por la grama verdinegra
se desliza el arroyuelo, murmurando...
¡Y que cosas tan extrañas va diciendo el arroyuelo!

Han herido los guijarros
y los rayos de los soles han quemado
muchas perlas de sus gotas, sepultándolas,
en el seno de la tierra calcinada.
Es por eso que se queja el arroyuelo,
Musitando sus querellas sollozantes...

Canta el rió su cantiga
y sus gotas se desgranan
como alegres carcajadas de los niños,
como risas de mujeres
que trajeran fieles ecos...

Salta el rió entre las piedras, alocado...
Y sus gotas, que salpican a las flores de la orilla,
se columpian en los pétalos
y cayendo como perlas se deshacen y se pierden...

Duerme, duerme el hondo lago...
Suena el lago a la caricia
de la Luna.

Va arreciando la tormenta
y las olas que se juntan formidables,
braman , braman de coraje...
Luego embisten a la altiva roca enhiesta,
con afanes destructores,
y vencidas pronto caen
en cascadas estruendosas
al gran piélago bravío.
Vuelven todos sus rencores
a la nave que esclaviza su dominio,
la sepultan en su seno negro, amargo...

Y se venga el océano
del poder armipotente
de sus débiles señores
en el trágico spoliarium del naufragio...

Sufre al Agua, llora, canta.
Es en veces despiadada,
es en veces compasiva.
¡Tiene un alma!
Y es un alma misteriosa y poliforme la del Agua...

Claudio Peñaranda

64-Concepción Estevarena



HOJAS Y SERES

Hojas que brotan en la misma rama,
si unas el viento logra arrebatar
y otras se quedan a la rama unidas,
¿a verse volverán?

Seres unidos por amantes lazos,
si los viene la muerte a separar
y unos se van mientras los otros quedan
¿a verse volverán?

Concepción Estevarena


GRANDE Y SABIO

Alcé los ojos: tu mirada, entonces,
brilló intensa en mis lágrimas,
como un rayo de sol que ardiente cae
sobre trémulas aguas.

Te dejé de mirar, por parecerme
que te causaba pena,
aunque yo, contemplándola, sentía
satisfacción secreta.

Volví a mirarte cuando ya a mis labios
atrajo una sonrisa:
llorando estabas tú, pero tus lágrimas
eran lágrimas mías.

Grande es tu corazón, porque consuela
con el triste sufriendo:
tu corazón es sabio porque sabe
llorar males ajenos.

Concepción Estevarena

65-Damián de Cornejo



SONETO

Esta mañana, en Dios y enhorabuena
salí de casa y víneme al mercado;
vi un ojo negro al parecer rasgado,
blanca la frente y rubia la melena,

llegué y le dije: “Gloria de mi pena,
muerto me tiene vivo tu cuidado,
vuélveme el alma, pues me la has robado
con ese encanto de áspid o de sirena.”

Pasó, pasé, miró, miré, vio, víla;
dio muestras de querer, hice otro tanto;
guiñó, guiñe, tosió, tosí, seguíla.

Fuese a su casa, y sin quitarme el manto,
alzó, llegué, toqué, besé, cubríla,
dejé el dinero y fuime como un santo.

Damián de Cornejo

66-Matthew Gregory Lewis




HIMNO DE MEDIANOCHE

Es la hora en que todo se somete al silencio,
el tañido solemne no se abraza a la brisa,
y al momento sublime de presencia espantosa
yo saludo de nuevo con mi corazón blanco.

Justamente es ahora cuando brujos siniestros
dan rienda suelta a aquellos maliciosos poderes,
y abandonan las tumbas los terribles cadáveres
como marca la noche es su instante preciso.

Sin pensamientos vanos ni culpables me entrego
a aquello que me obligo mi fe y mi devoción,
con el alma ligera y la conciencia pura,
te imploro que me ampares en este mi descanso.

Bellos ángeles, gracias, por el candor alado
que espanta de mi vida las maldades del vicio,
por librarme de nuevo del pecado y del mal
igual que en la jornada que lentamente acaba.

Mas ¿acaso no guarda inconsciente mi pecho
sentimientos de culpa que en mi torpeza ignoro?
¿Tal vez algún deseo velado y lujurioso
que veis con la vergüenza que albergo en mí si existe?

Oh, si así fuese, amados, libradme en dulce sueño
para eludir la trampa del Demonio sagaz,
y que mi error disipe la verdad luminosa
viviendo en la custodia de vuestro bien perenne.

Lanzad lejos del lecho maldiciones y hechizos,
que los perversos trasgos no acechen mi descanso,
y el sufrimiento oculto que el Diablo reparte
no convierta en infierno mi noble corazón.

No permitáis que aquellos tenebrosos, crueles
y abominables sueños me perturben la calma,
ni que el astuto ingenio de la concupiscencia
me someta a sus falsas lecciones de placer.

Que los espectros tétricos con sus formas fantásticas
no ensucien en el mundo del sueño mi mirada,
mas volcad sobre ella conforme a mi esperanza
los goces que en la Gloria aguardo en mi futuro.

Mostradme así las cúpulas celestiales, los mundos
donde habitan los ángeles, el mar de las verdades
y el infinito Edén de inefable alegría
que espera a cuantos viven y murieran sin culpa.

Y enseñadme el camino que otorga el privilegio
de gozar las benditas regiones del Señor.
Alejad de mi alma esa culpa que mancha
y guïadme amorosos al bien y a la pureza.

De esa forma mi voz será un perenne cántico
de gratitud por todos vosotros, poderosos
guardianes celestiales, llenando de alabanzas
todo el amor divino que albergan vuestras alas.

Me esforzaré con toda mi fe y perseverancia
por evitar el vicio, por corregir mis faltas,
y seguiré por siempre las lecciones certeras
y las santas virtudes que siempre me ofrecéis.

Cuando por fin me llegue el descanso infinito
y abandone este valle de lágrimas, feliz
de verme sana y salva de todos los naufragios,
entregaré mi vida sin ninguna tristeza.

Y tras cerrar mi ojos peregrinos la Muerte
con sus amables manos, llena de placidez,
a Dios daré de nuevo aquello que Él me diera,
rindiéndole mi espíritu en su pureza prístina.

Matthew Gregory Lewis

67-Arístides Pongilioni



DEDICATORIA

Yo escucho en el espacio torrentes de armonía;
naturaleza me habla con su gigante voz;
aliéntame potente y agita el alma mía
el celestial impulso que nos acerca a Dios.

No hay en los vagos vientos murmullo ni gemido,
ni acentos pavorosos en el hinchado mar,
no hay trinos de las aves, ni misterioso ruido
de arroyo entre las piedras quebrando su cristal;

No tiene el firmamento matices ni colores,
ni sombra el bosque umbrío, ni las estrellas luz,
ni aroma fugitivo las matizadas flores,
ni las lejanas cumbres resplandeciente azul:

No vibra en torno mío, no vaga en el ambiente
perfume, luz, colores, ni sombra ni rumor,
que no eleve a otro espacio mi enardecida mente,
que no abrase mi alma con fuego creador.

Tal vez, cuando, agitado del numen que me inspira,
mi pensamiento en himnos pretendo derramar,
exhala sones flébiles mi descorde lira,
y pobre, humilde y triste se arrastra mi cantar.

¿Mas qué importa? Yo siento que su divina esencia
el alma poesía dentro mi ser vertió:
si pobre es y sin galas la torpe inteligencia,
¿sera menos poeta por eso el corazón?

¿Ese inefable encanto, las vagas sensaciones
que al contemplar el mundo, me inundan en tropel,
no son tal vez poesía, no son emanaciones
de espíritu divino que agítase en mi ser?

¡Oh madre! ¡cuántas veces, en el pesar sumido,
el soplo de aura leve mis ojos enjugó!
¿Por qué al son de sus alas prestaba atento oído?...
No sé: -vagaba en ella consoladora voz.

Inmóvil, escuchando rugir el oceano,
mi vista al firmamento se eleva con afán.
¿Qué busca tras el velo sutil del aire vano?
¡No sé: -las roncas olas me nombran a Jehová!

¡Ah! la creación entera, con mágica armonía
me habló, y, desde la cuna, yo comprendí su voz,
y germinó en mi pecho la flor de la poesía,
de tu cariño, madre, al celestial calor.

Él dio a mi pensamiento su plácida ternura,
las alas de mi espíritu al cielo encaminó:
de Dios me hablabas, madre, y, a tu enseñanza pura,
tan armonioso nombre mi boca murmuró.

Un aura de cariño mi frente acariciaba
y ensueños deliciosos en ella hacía brotar;
si en pos de idea indecisa mi espíritu vagaba,
sentía a su lado, madre, tu espíritu flotar.

Y así mi mente alzaba por el espacio el vuelo,
y sus primeros sones mi lira moduló;
si de entusiasmo en alas me desprendía del suelo,
el cielo era mi norte, mi inspiración tu amor.

¡Ah! ¡si me fuera dado poblar de ecos sonoros
el aura que tu frente se acerca a acariciar,
pagando en armonías los célicos tesoros
de amor, que en mí vertiera tu seno maternal!

Si al soberano aliento que llena el pecho mío
las cuerdas de mi lira pudieran responder,
mis cánticos se alzaran, con noble poderío,
y el mundo dominando vivieran lo que él.

Jamás los igualaran murmuradora fuente,
ni céfiro ligero, ni amante ruiseñor,
y altivos dominaran el trueno del torrente,
del ponto los rugidos, la voz del aquilón.

¡Y cuando las naciones, mis cánticos premiando,
corona de poeta ciñeran a mi sien,
con qué orgullo tan noble, sus hojas arrancando,
cubriera tu camino de triunfador laurel!

¡Delirios! ¡Sueños vanos! Sin galas, sin aliño,
con estas tristes flores un ramo entretejí;
mas, ¿si lo ofrezco en prenda de mi filial cariño,
no es cierto, dí, que tienen gran precio para ti?

Extiende con orgullo sus ramas altanero
el árbol, si de flores cubiertas ya las ve,
y, al agitarse al soplo del céfiro ligero,
las ramas por alfombra las tienden a su pie.

Arístides Pongilioni

68-Fray Damián de Vegas




LA VERDADERA NOBLEZA

Si el alma es la cabeza y la corona
del ser humano, bien se verifica
que el alma noble y de virtudes rica
ennoblece e ilustra a la persona.

Luego de noble en vano se blasona,
de hidalgo en balde o caballero pica
el que a los vicios y maldad se aplica
y las santas virtudes abandona.

Así si el mundo solamente honra
al linajudo y rico, aunque vicioso,
y el virtuoso pobre estima en poco,

No curéis de su honra y su deshonra,
pues ya sabéis que el mundo es mentiroso
y fanfarrón y lisonjero y loco.

Fray Damián de Vegas

69-Antonio Plaza Llamas



A UNA NIÑA

Niña gentil que a la vida
despertaste alegre ayer,
como en Oriente despierta
la luz al amanecer.

Niña, que del oro cielo
viniste al mundo a caer,
como aljofarada gota
del nítido rosicler.

Y en inmaculada cuna
te remeciste después,
como ilusión que se mece
del sueño al dulce vaivén.

Niña de cabellos de oro
y de labios de clavel
Son de rosa tus mejillas
es de raso tu alba tez.

Es tu sonrisa inconsciente,
de ángel tu mirada es,
y como brilla una estrella
brilla el candor en tu sien.

Dichosa tú que del mundo
pasando vas el dintel,
sin sospechar que las flores
espinas tienen también.

En mi canto, bella niña,
le ruego al Dios de Israel,
que la virtud de tus años
tiernos en otros te dé.

Para que ese mundo nunca
con su lodo y fetidez,
ensucie de tu pureza
el blanquísimo glasé;

Qué siempre tú, mariposa
en primoroso vergel
hueles y en las flores halles
ánforas ricas de miel;

Que dé calor a tus alas
el santo sol de la fe,
y que jamás una espina
tus alas llegue a romper.

Antonio Plaza Llamas

70-Pedro Jara Carrillo



EL SONETO

Es el soneto la gentil y alada
nave que surca el mar de la poesía;
es el poeta timonel que guía,
es la palabra estela plateada.

A las cuerdas del verso aprisionada
la vela de la estrofa se deslía,
y es el cierzo del alma hecho armonía
el que empuja la quilla acompasada.

Van los catorce remos de la nave
con el augusto aletear süave
que se desgrana en perlas por el viento;

y al perderse la rítmica velera,
muestra el palo mayor, como bandera,
el regio pabellón del pensamiento.

Pedro Jara Carrillo

71-Fray Diego González



CONTEMPLACIÓN DEL PODER DEL AMOR DIVINO

Todo lo vende amor, todo lo espera,
igual es con la muerte en poderío,
divino ardor que no lo anega el río
de la tribulación y angustia fiera.

Sólo el amor no acaba su carrera
con las cenizas del cadáver frío;
en gloria sigue el abrasado estío,
que en cuerpo fue suave primavera.

De amor se paga Dios, y quien le ama
consume en este fuego sus pecados,
puro se entrega como el oro puro.

Que aquella sacra y penetrante llama,
sobre los nudos dulcemente dados,
de esperanza y de fe levanta un muro.

Fray Diego González

72-Yalal ad-Din Muhammad Rumi



SÉ COMO EL SOL

Sé como el Sol para la Gracia y la Piedad.
Sé como la noche para cubrir defectos ajenos.
Sé como una corriente de agua para la generosidad.
Sé como la muerte para el odio y la ira.
Sé como la Tierra para la modestia.
Aparece tal como eres.
Sé tal como pareces.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi


UN MOMENTO DE FELICIDAD

Un momento de Felicidad:
tú y yo sentados en la terraza,
aparentemente dos, pero espiritualmente uno, tú y yo.
Sentimos el agua de la vida fluir aquí,
tú y yo, con el jardín de la belleza
y los pájaros que cantan;
las estrellas nos mirarán
y les mostraremos
lo que significa ser como una luna creciente.
Desprendidos de sí mismos, seremos juntos
indiferentes ante cualquier simple elucubración, tú y yo.
Los loros del Cielo chasquearán azúcar
en tanto juntos reímos, tú y yo.
En una forma sobre esta Tierra
y en otra forma en una dulce tierra atemporal.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi


LLAMÉ A LA PUERTA

Llamé a la puerta
de Aquel que abraza el amor.
La abrió y, al verme, empezó a reír.
Me hizo entrar dentro,
y me fundí cual terrón de azúcar
en los brazos de ese Amante,
de ese Hechicero del Mundo.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi

73-Poeta Anónimo



LA MOZA DE VILLAREJO

Se peinaba la lunita
con un peine de luceros
y una estrellita jugaba
con las trenzas de su pelo.

Se iba a dormir presurosa
por los caminos del cielo
porque el lucero del alba
ya asomaba por los cerros.

Olía la madrugada
a mejorana y romero.
Un jilguerito piaba
en las ramas de un almendro.

Por entre mil olivares
pasaba silbando el viento
y a su paso iba dejando
de esta copla el dulce acento:

Para que tú tengas pan
en la guerra, compañero,
con el sudor de mi frente
la tierra para ti riego.

Arre, mulica, ligera;
arre, mulica, que quiero
con la reja del arado
ahondar en el duro suelo
para abrir su sepultura
al invasor extranjero.

Así cantaba, cantaba
la moza de Villarejo,
la cara como una rosa,
los ojos de raso negro,
el alma hechida de gozo,
henchido de gozo el pecho.
Así cantaba, cantaba
la moza de Villarejo.

Poeta Anónimo

74-Johan Ludvig Runeberg



TODOS PARECÍAN ESTAR HABLANDO

A quien le haya dado el viento de la sabiduría,
prestado al aire el habla tan ligeramente,
su discurso estará listo para remar en los jardines,
y los pequeños pájaros volarán en tierna bandada.

Johan Ludvig Runeberg

75-Fray Diego Murillo



LA LLAMADA DIVINA

Metido andaba en vanas alegrías
sin Ti, mi Dios, de mí mismo olvidado,
y Tú, Señor, mirábasme enojado,
pero porque me amabas, me sufrías.

Esperábasme un día y muchos días;
sufríasme un pecado, otro pecado,
por no perder con solo un golpe airado
la imagen tuya con las culpas mías.

Pusiste en mí tus ojos blandamente,
y con los rayos de tu vista pura
me dejaste trocado en un momento;

porque en llegando aquella luz ardiente,
quedó deshecha la tiniebla oscura
que ofuscaba mi ciego entendimiento.

Fray Diego Murillo

76-Wallace Stevens



EL POEMA DEL ACTO DE LA MENTE

El poema de la mente en el acto de hallar
lo que haga falta. No siempre había tenido
algo que hallar: la escena estaba ya dispuesta;
repetía lo que decía el libreto.
Después cambiaron el teatro
por alguna otra cosa,
y su pasado se volvió un souvenir.
Debe ser algo vivo,
aprender cómo se habla en el lugar.
Debe pararse frente a los hombres de la época,
y conocer a las mujeres de la época.
Debe ocuparse de la guerra
y debe hallar lo que haga falta.
Debe construir un escenario nuevo.
Debe subir a ese escenario,
y como un actor insaciable,
despacio y meditadamente,
debe decir palabras que, al oído,
al delicado oído de la mente,
repitan exactamente lo que éste quiera oír,
a oídas de lo cual, un público invisible,
oiga ya no la obra sino su propia voz,
manifestada en la emoción como de dos personas,
como dos emociones que se funden en una.
El actor es un metafísico en la oscuridad,
que tañe un instrumento,
que rasguea una cuerda que resuena
al ser atravesada por súbitos aciertos,
que contiene a la mente por completo,
debajo de la cual no puede rebajarse.
Más allá de la cual no tiene voluntad de alzarse.
Debe ser el hallazgo de una satisfacción,
y puede hablar de un hombre patinando,
de una mujer bailando, de una mujer peinándose.
El poema del acto de la mente.

Wallace Stevens

77-Santo Tomás de Aquino



PANGE LINGUA

Canta, lengua, el misterio
del cuerpo glorioso
y la preciosa sangre
que como precio del mundo

el fruto del vientre generoso,
el rey de las naciones, derramó.
Nos fue dado, nos fue nacido
de una virgen intacta,

y tras pasar su vida en el mundo,
una vez esparcida la semilla de su palabra,
terminó el tiempo de su destierro
dando una admirable disposición.

En la noche de la última cena,
recostado a la mesa con los hermanos,
después de observar toda la ley
sobre la comida legal,

se da con sus propias manos
como alimento para los Doce.
Al Padre y al Hijo
alabanza y júbilo,
salud, honor, poder
y bendición;

Canta, lengua el misterio
del cuerpo glorioso.

Santo Tomás de Aquino

78-Fray Jerónimo de San José



INVOCACIÓN AL SUEÑO

Imagen de la vida y de la muerte
(que vida y muerte son un breve sueño),
treguas de paz al riguroso ceño
de la más infeliz y dura suerte.

Pues en ti su rigor el arco fuerte
afloja, y calma el combatido leño,
recíbeme en tu paz, en cuyo empeño
mi guerra entrego, hasta que en paz despierte.

Ya que otro bien no ofreces, sueño amigo,
sino privar del mal, y eres figura
del no ser (privación del todo extrema),

no me niegues el seno de tu abrigo,
donde hallando su fin mi desventura,
no más miseria, ni mayor, la tema.

Fray Jerónimo de San José

79-Pablo de Tarso



EL MAYOR ES EL AMOR

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas,
y no tengo amor, soy como bronce
que resuena o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía, y entendiese
todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe,
así como para trasladar montañas,
pero no tengo amor, nada soy.
Si le doy a todos mis bienes,
y si entrego mi cuerpo para ser quemado,
pero no tengo amor, de nada me sirve.

Pablo de Tarso

80-Abraham Lincoln



HEPTÁLOGO

Jamás podrás crear prosperidad
si desprecias tu propia libertad.

Imposible hacer fuerte al indefenso
si destrozas al del poder inmenso.

Y nunca se podrá ayudar al pobre
empobreciendo al rico al que le sobre.

No encontrará fraternidad la Tierra
si entre las clases vas sembrando guerra.

Nunca será tu hogar firme y seguro
si te lo avala algún poder oscuro.

El hombre es dueño de su independencia
y no la ha de cambiar por tu creencia.

Permíteles que todos se renueven
haciendo por sí mismos lo que deben.

Abraham Lincoln

81-Ana de Jesús



EL REY DE REYES

Mirad al Rey de los reyes
que por hacernos señores
se sujeta a nuestras leyes
y se carga de dolores.

Ana de Jesús

82-Josef Weinheber



SABER EN SILENCIO

Saber en silencio que partes
pronto abajo, hacia los Padres.
Arriba, en el sagrado cielo,
las nubes viajan en el viento.

Inclínate sobre la corriente,
escucha cómo callan las aguas.
¿Alguna vez, anteriormente,
amaste de un modo parecido?

El que todavía tiene tiempo, nada sabe.
¡Vida profunda! Oh, despedida,
amarga debilidad del corazón
bajo la fuerza de las flores.

¡Triste, y no poder tocarlas,
dulces, dulces formas!
¡Ah, con flores no lo aqueja
su viaje postrero!

Pardo otoño, más oscuro,
¡deja que una vez más te abrace!
Caen los frutos, quizás
el corazón se rompe más resignado.

Es difícil partir en primavera.
Pero los muertos vigilan.
Hermosa flor, no debo.
Severa madre, es que me voy...

Josef Weinheber

83-Else Lasker-Schüler



FIN DEL MUNDO

Hay un llanto en el mundo
como si el santo Dios hubiera muerto
y la sombra de plomo que cae
oprime con peso de sepulcro.

Ven, vamos a ocultarnos más cerca...
La vida está en todos los corazones
como en féretros.

Oye, besémonos intensamente.
Una nostalgia llama al mundo
en el que debemos morir.

Else Lasker-Schüler

84-Friedrich Hölderlin



A LAS PARCAS

Un verano y un otoño más os pido, Poderosas,
para que pueda madurar mi canto,
y así, saciado con tan dulce juego,
mi corazón se llegue hasta morir.

El alma que aquí abajo fue frustrada
no hallará reposo, ni en el Orco,
pero si logro plasmar lo más querido
y sacro ante todo, la poesía,

entonces sonreiré satisfecho a las feroces
sombras, aunque debiera dejar
en el umbral mi voz. Un solo día
habré vivido como los dioses. Y eso basta.

Friedrich Hölderlin

85-Heinrich Heine



PON TU MANO EN MI PECHO

Tu mano se posa sobre el pecho mío.
¿Sientes de un rudo golpe la inquietud?
Es que hay adentro un carpintero impío
que labra mi ataúd.

Y no cesa un instante el golpe fiero...
Y en vano intento al sueño recurrir...
¡Acaba, acaba pronto carpintero,
y déjame dormir!

Heinrich Heine

86-Ricardo Reis



COMO UN DIOS

No sé si me equivoco,
mas todo lo tendrás si quieres poco.

Y si no quieres nada,
tendrás el alma entera liberada.

Incluso quien nos quiere,
tan sólo por querernos ya nos hiere.

Pues de aquél que nos odia,
sin que tenga conciencia, hace parodia.

Del cariño la lumbre
desprecio y busco el frío de la cumbre.

¡Quien de nada va en pos
y es libre y solitario es como un Dios!

Ricardo Reis

87-Restituto del Valle Ruiz



SOL DE ORIENTE

Avanza, oh Sol; de inmensas armonías
himno triunfal la Creación te canta;
hierve la vida y, trémula de amores,
se estremece la tierra como un alma.

Salve, oh Sol; a la luz de tu presencia
su voz el ritmo universal levanta:
Vivir de luz del Cielo... ¡dulce vida!
Amar y amar sin fin... ¡feliz quien ama!

Alma inmortal, de luz y amor sedienta,
¿por qué tú gimes cuando todo canta?
Arriba está la luz, hija del Cielo,
arriba está el amor... ¡Avanza, avanza!

¡Brilla en mi corazón, Sol sin ocasos!
¡Oh, Dios, Luz de la Luz, vida del alma!
¡Oh amor de todo amor! Nace en mi pecho
y romperán en himnos mis entrañas.

Brilla, ¡mi Dios!, que si anochece el mundo
su himno de amor renovará mañana,
mas si anochece el alma y tu hora llega,
no espere, no, cantar la luz del alma.

Restituto del Valle Ruiz

88-Poeta Anónimo



TU MANO

Todo espíritu es formado por Tu mano,
y toda su labor Tú la has determinado
antes incluso de crearlo.
¿Cómo podrá nadie evitar Tus designios?
Tú, sólo Tú, has creado al justo.
Desde que estaba en el vientre
estableciste para él el tiempo de la gracia,
para que observe Tu pacto
y marche por todos Tus caminos,
para derramar sobre él
la abundancia de Tus misericordias,
para abrir la angostura de su alma
a la salvación eterna.

Poeta Anónimo