MATERNIDAD
De sus polluelos siempre rodeada,
cuidado infatigable les prodiga;
les cede el trigo y la sabrosa hormiga,
con verlos prosperar recompensada.
Pierde su mansedumbre acostumbrada
si el defenderlos a luchar obliga;
con sus alas de madre los abriga
en los rigores de la madrugada.
Cantando sólo en el alumbramiento,
la gallina demuestra su contento
y en triunfo resonante lo convierte.
Febril e inmóvil no abandona el nido
y de sí misma llegará al olvido
hasta causarle por amor la muerte.
Casilda Antón del Olmet
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