COMPARTIENDO EL BOTÍN
Somos hermanos de espíritu, tú y yo,
abrigando los mismos ideales,
y creo que no existe nada en este mundo
de lo que nos debamos arrepentir, tú y yo.
La posteridad nos juzgará,
hicimos el bien o el mal,
pero por ahora, mano a mano,
¡caminemos hacia adelante, con pasos más seguros!
El sufrimiento y la pobreza en una tierra extranjera
fueron nuestros compañeros de vida,
pero los compartimos como hermanos
y los compartiremos de nuevo, los dos...
Compartiremos coros de reprimenda, tú y yo,
y sufriremos la burla de los tontos,
sufriremos, pero no lloraremos
bajo tormento humano de ningún tipo.
Y no inclinaremos nuestras cabezas
ante pasiones e ídolos profanos:
nuestras dos tristes liras
nos han contado lo que hay en nuestros corazones.
Así que adelante ahora, con espíritu e ideales,
a compartir por última vez el botín:
a cumplir con nuestro juramento sagrado,
¡hacia la muerte, hermano, vayamos hacia la muerte!
Hristo Botev