958-Ts'Ai Yen



CANTO XII

La brisa del Este trajo un soplo de la Primavera,
templándolo todo. Sí, es el emperador de la China
que reparte por todo el Universo el Sol y la Paz.

Los Hunos, cantan, alegres, llenos de jolgorio;
China y sus gentes cesaron en sus guerras.
De repente me veo con el mensajero imperial,
cargado de onzas de plata
con las que pagar mi rescate a los bárbaros.

¡Qué ilusión regresar,
ver a mi gran Soberano otra vez!
¡Qué tristeza dejar a mis niños,
decirles adiós para siempre!

Es este mi duodécimo canto
de alegría y de tristeza.
Ir o permanecer, es la misma congoja.
Quisiera ser yo y otra diferente al mismo tiempo.

Ts'Ai Yen

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