IGUALDAD TRAS LA MUERTE
Tuve un sueño. Tras una enfermedad
me dieron sepultura junto a un vulgar paleto.
No pudiendo la ofensa resistir -¡un simple pelandrín
con un noble hermanado!-, recriminé al vecino:
"¡Fuera, golfo! ¡Vete con tu carroña a otro lugar
y aprende, tras la muerte, quién es noble y quien vulgo!".
¿Golfo? ¿Vulgar? ¡Detente! -me respondió con brío-.
¡No hay más golfos que tú, bufón, aquí!
Todos somos iguales. ¡Calla y duerme!
¡Tan señor eres tú de tus despojos como yo de mi estiércol!
Adam Naruszewicz
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