SONETO
¿Será verdad, permitarálo el Cielo,
que los serenos y hermosos ojos
que dieron dulce fin a mis enojos
den amargo principio al desconsuelo?
¿Será verdad que irresoluble hielo
venga a entibiar del fuego los despojos
con que Amor desterró cuantos antojos
hicieron dura guerra a mi consuelo?
¿Será verdad que el sol resplandeciente
cuya luz alumbraba el alma mía
en tinieblas la deje sepultada?
Verdad será, mas no que eternamente
por más que sea de vos menospreciada
deje de ser mi fe cual ser solía.
Gabriel López Maldonado
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