AL APAGARSE LAS LUCES
De pequeño pensaba que unos monstruos
y unas brujas malvadas
aparecían cada vez que el Sol
se marchaba a dormir tras la jornada.
Eran seres horribles
que a los pobres humanos devoraban
empapados en té,
como si fueran pasta.
Entonces desperté muy asustado
al llegar despacito la mañana,
y me sentí feliz por estar vivo
y libre de carnívoros fantasmas.
¡Y lo mejor de todo es que triunfé
sin que siquiera hubiera una batalla!
Tom Llewellyn
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