TÚ
Va perfumando la voluble brisa
tu grato olor de carne y de limpieza;
y parece que escondes en tu risa
una vaga penumbra de tristeza.
¡Tu sonrisa se alumbra en tu belleza
cuando la pena, cruel, te martiriza;
mas, si una dulce placidez te besa,
tu belleza se alumbra en tu sonrisa!
Cubres con un romántico idealismo
tu oculta sed de amar como tú quieres;
pero a veces, fugados de su abismo,
se te van a los ojos tus quereres,
porque es, al fin, tu corazón, lo mismo
que el corazón de todas las mujeres.
Apolinar Perdomo
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