197-Poeta Anónimo



ROMANCE REBELDE

La Macarena lucía
los soles de sus alhajas.
¿Te acuerdas, viejo, aquel día?
Los tambores martillaban
tus oídos y tus sienes
y tu corazón lloraba...
Sollozos estrangulados
subían a tu garganta.
En un catre miserable
tu compañera expiraba,
el hambre la consumió
poco a poco... ¡como a tantas!
Y mientras, la vanidad
de los ricos paseaba
por las calles de Sevilla,
encendida como un ascua
en la luz de sus diamantes
lucía la Macarena
los soles de sus alhajas...
Jornales de medio duro,
hambre y miseria en las casas.
Junto al surco, el campesino
los terrones destripaba
derritiéndose los sesos,
quemándose las entrañas.
Sevilla, sumida en luto,
entre las piedras calladas
de sus callejuelas tristes,
pavorosas, desoladas,
sangre reseca del pueblo
clamando a gritos venganza.
Negro luto en los hogares
y rebeldía en las almas.
El odio envenena el aire...
Las narices dilatadas
de los sabuesos de Queipo,
que de sangre no se sacian,
olfatean carne roja
en la que clavar las garras.
Ahora la Virgen no tiene
ni brillantes ni esmeraldas.
Para su causa siniestra
Queipo las necesitaba:
Ya sin joyas se quedó
la Virgen de la Esperanza.
Pronto esas joyas serán
bombas de fuego y metrallas,
los brillantes de la Virgen
presto han de tornarse balas,
y harán que corra la sangre
de los pobres en riadas.
Niños, mujeres, ancianos,
pueblo que empuñas las armas
a tu Patria defendiendo:
la Virgen de la Esperanza
ya sin joyas se quedó
para que allá en Alemania
las conviertan en obuses,
para que hagan en Italia
más aviones, tanques... ¡Sangre,
sangre en que anegar España!

Poeta Anónimo

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