A DIOS
Cuando alzando los ojos miro al cielo
adornado de estrellas refulgentes,
de luna y sol las vueltas diferentes,
y de los orbes el constante vuelo.
Y tornando a bajarlos, veo el suelo
regado con los ríos y las fuentes,
henchido de hombres, brutos, y vivientes,
que procrean su especie con anhelo.
Al contemplar de todo la hermosura,
y el inmutable orden, que en sí tiene,
y observa la feraz naturaleza,
a Ti elevo mi alma con fe pura,
oh eterno Creador, y cual conviene
bendigo en altas voces tu grandeza.
León de Arroyal y Alcázar
No hay comentarios:
Publicar un comentario