INQUIETUD
Viene del día en pos la noche oscura,
truécase en duelo el juvenil contento,
la suerte es varia, a un dulce pensamiento
un pensamiento sigue de amargura.
Fui ayer dichoso, empero hoy la ventura
huye de mí con malhadado intento;
que este dolor que dentro el alma siento
calmarlo en vano la razón procura.
Tú sola puedes, adorada mía,
de mi ferviente amor en desagravio
apaciguar estériles enojos
que al alma abruman con tenaz porfía;
¡salga un acento de tu puro labio!,
¡vuelve hacia mí tus encantados ojos!
Juan Federico Muntadas Journet
No hay comentarios:
Publicar un comentario