EL ÚLTIMO SONETO
Aunque, en verdad, no me mandó Violante
durante un año hacer diario soneto,
metíme por antojo en este aprieto
que en más de un caso me pesó bastante.
Cuando marzo acabó, dije "¡adelante!
pues ya el primer trimestre está completo";
y en julio respiré menos inquieto,
viéndome a la mitad semitriunfante.
En octubre encontréme más seguro,
juzgando mi labor casi vencida,
y hoy, en diciembre, salgo de este apuro.
Colmé de los sonetos la medida,
y aunque Violante se empeñara, juro
que no haré más sonetos en mi vida.
Felipe Pérez y González
No hay comentarios:
Publicar un comentario