167-Anacreonte de Teos



A UNA DONCELLA

Hace tiempo, la hija de Tántalo
se convirtió en piedra,
junto a las riberas frigias.
Y asimismo, la hija de Pandion
atravesó el espacio, transformada en golondrina.
¡Si pudiera yo convertirme en espejo,
para que siempre tuvieras
en mí fija tu mirada!
¡Que no sea yo túnica
y siempre me llevarías encima!
Quisiera volverme agua límpida
para bañar tu hermoso cuerpo.
O esencia, dueña mía, para perfumarte;
cintilla de tu garganta
y perla para tu cuello;
o sandalia para que así, al menos,
siempre estuviera tu pie sobre mí.

Anacreonte de Teos

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