AMOR-FÉNIX
A orillas del tranquilo Manzanares
contemplo mudo como muere el día,
y hundido en mi habitual melancolía
¡ay! me traslado a mis elíseos lares.
María, Concha, Andrés, Plácido... altares
do culto rinde a Dios el alma mía,
son su ornamento, y el fanal que guía
mi débil barca en tempestuosos mares.
Amor de esposo en mis adentros mora,
amor de padre en mis adentros crece,
y el corazón sus ídolos adora.
Que es Fénix este amor, y no perece:
eterna luz que mi horizonte dora,
árbol que eterno en mi jardín florece.
José Plácido Sansón Grandy
LA ESPERANZA
Por entre sombras infeliz viajero,
perdido el rumbo, sin parar camina:
un precipicio aquí, y allá una esquina
marcando van su lóbrego sendero.
¡Sin fin luchar con mi destino quiero!
Exclama, y sigue, y la cerviz no inclina;
porque dentro de sí llama divina
siente abrasar su corazón de acero.
Hondos abismos a su espalda deja,
y zarzales y horror; y el blanco alcanza.
Su triunfo al cabo el vencedor festeja.
¿Quién en tan ardua lid la confianza
supo inspirarle y acallar su queja?
El rayo celestial de la Esperanza.
José Plácido Sansón Grandy
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