551-Miguel de los Santos Álvarez



SONETO

¡Cuán bella sale la naciente aurora
del fresco seno de los claros mares!
¡Cuán bello el sol se inclina en los altares
de la noche feliz que lo enamora!

¡Cuán bella es esa vespertina hora,
cuando, al son de sus rústicos cantares,
vuelve el pastor a sus agrestes lares
y lágrimas de amor la luna llora!

¡Cuán bello el cielo azul baña en reposo
a la luz de sus astros nuestra vida!
Mas, ¿qué hallará que le parezca hermoso

el que guarda en el alma dolorida,
que halló feo y vacío y mentiroso,
el corazón de una mujer querida?

Miguel de los Santos Álvarez

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