488-Lao Tsé



VXXIII

El caudillo imprudente se suicida,
pero el líder sensato y eficiente,
sin aferrarse a ella vanamente,
conservará su vida.

¿De qué valió al primero su soberbia,
si al punto fue alimento de la hierba?
¿Y del segundo, dónde están las sobras
cuando a todo sostiene con sus obras?

En fin, ¿por qué será que la caterva
desprecia las celestes manïobras?

Con su poder, la Gloria
ni siquiera precisa la batalla
para abrazar perenne la Victoria.
Sabe decirlo todo cuando calla.
Sin inmutarse va adonde la invoquen.
Y sin que la provoquen se avitualla
para fecunda proyectar su historia.

Es la araña sagrada
cuya infinita red
no hay ni nadie ni nada
que no deje por siempre a su merced.

Lao Tsé

No hay comentarios:

Publicar un comentario