571-Vincenzo Monti



SONETO

El día que en tu faz la gloria entera
del grande sacrificio fulguraba
y una luz de los cielos hechicera
en tus ojos estática brillaba.

A tu oído la queja lastimera
de tu doliente Juventud sonaba
y sobre tu cortada cabellera
la despreciada Libertad lloraba.

El placer lisonjero te ofrecía
sus deleites funestos y a la entrada
con mano audaz tu veste removía;

¡mas tú las puertas, invencible y fuerte,
cerraste de tu mística morada
y le diste las llaves a la Muerte!

Vincenzo Monti

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