614-Gabriel de la Concepción Valdés



LA LUNA DE ENERO

Resuene el pandero,
al monte, a la loma,
vegueros, que asoma
la luna de Enero.

No la estéis buscando
sobre el firmamento,
que viene cual viento
las flores hollando.

Si al ver el salero
de mi guajirilla,
y el rostro hechicero
parece que brilla
la luna de Enero.
Ábrense las flores
aromas vertiendo
¡qué hermosa es riendo!
Miradla, cantores;
y los ruiseñores
con trino parlero
la cercan volando,
como saludando
la luna de Enero.

¿La veis entre galas
como aves sencillas
sobre sus rodillas
sacuden las alas?
Cantando el jilguero
junto a su hermosura
dice el lisonjero:
-No luce tan pura
la luna de Enero.

El céfiro blando
y amorcitos bellos,
rizan sus cabellos
las hebras soltando;
y con grato esmero
salpican su sayo,
porque es mi lucero
la rosa de Mayo,
la luna de Enero.

Gabriel de la Concepción Valdés

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