544-Concepción Arenal



EL SOBRIO Y EL GLOTÓN

Había en un lugarón
dos hombres de mucha edad,
uno de gran sobriedad
y el otro gran comilón.

La mejor salud del mundo
gozaba siempre el primero,
estando de Enero a Enero
débil y enteco el segundo.

"¿Por qué -el tragón dijo un día-
comiendo yo mucho más
tú mucho más gordo estás?
No lo comprendo a fe mía."

"Es -le replicó el frugal-
y muy presente lo ten,
porque yo digiero bien,
porque tú digieres mal."

Haga de esto aplicación
el pedante presumido
si porque mucho ha leído
cree tener instrucción.

Y siempre que a juzgar fuere
la regla para sí tome:
no nutre lo que se come
sino lo que se digiere.

Concepción Arenal

No hay comentarios:

Publicar un comentario