A GLICERA
¿Qué imposible no alcanza la hermosura?
¿Quién no cede a su hechizo soberano?
Adonde llega su poder tirano
la fábula, la historia lo asegura.
Renuncia Adán la celestial ventura,
su dulce halago resistiendo en vano;
por ella Paris el valor troyano
arma y conduce a perdición segura.
De una manzana la belleza rara
causó de entrambos la desdicha fiera
que de tu amor los gustos acibara:
mas si a verte llegara, mi Glicera,
el uno de tu mano la tomara,
el otro a tus encantos la rindiera.
Juan Nicasio Gallego
No hay comentarios:
Publicar un comentario