UN FIN, UNA ESPERANZA
Un fin, una esperanza, un como o cuando;
tras sí traen mi derecho verdadero;
los meses y los años voy pasando
en vano, y paso yo tras lo que espero;
estoy fuera de mí, y estoy mirando
si excede la natura lo que quiero;
y así las tristes noches velo y cuento,
mas no puedo contar lo que más siento.
En vano se me pasa cualquier punto,
mas no pierdo yo punto en el sentirlo;
con mi sentido hablo y le pregunto
si puede haber razón para sufrirlo:
respóndeme: sí puede, aunque difunto;
lo que entiendo de aquel no se decirlo,
pues no falta razón mi buena suerte,
pero falta en el mundo conocerte.
En esto no hay respuesta, ni se alcanza
razón para dejar de fatigarme,
y pues tan mal responde mi esperanza
justo es que yo responda con callarme;
fortuna contra mí enristró la lanza
y el medio me fuyó para estorbarme
el poder llegar yo al fin que espero,
y así me hace seguir lo que no quiero.
Por sola esta ocasión atrás me quedo,
y estando tan propincuo el descontento,
las tristes noches cuento, y nunca puedo,
hallar cuento en el mal que en ella cuento;
ya de mí propia en esto tengo miedo
por lo que me amenaza el pensamiento;
mas pase así la vida, y pase presto,
pues no puede haber fin mi presupuesto.
Luisa Sigea de Velasco
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