RIMAS SACRAS
Señora, estrella luciente,
que a todos los hombres guía,
guía a este tu sirviente
que su alma en ti confía.
A canela bien oliente
Señora, eres comparada,
de la mirra del Oriente
has loor muy señalada:
a ti da clamor la gente
en sus cuitas todavía,
quien por pecador se siente
llama a Santa María.
Al cedro que está en la altura
te comparó Salomón,
y la Iglesia tu hermosura
al ciprés del monte Sión:
palma fresca en verdura
hermosa y de gran valía,
y oliva la escritura
te llama, Señora mía.
De la mar eres estrella,
del cielo puerta lumbrosa,
después del parto doncella
de Dios, hija,madre, esposa;
tú amansaste la querella
que por Eva nos venía,
y el mal que nos hizo ella
por ti tuvo mejoría.
Juan Nicolás Böhl de Faber
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