594-Andrés Sanz del Castillo



SONETO

¡Ay de aquel que no vive para muerto,
siendo la muerte, más que el vivir, cierta!
Más vivo el cuerpo con el alma muerta,
irracional será tal desconcierto.

Y si el fin de la vida está tan cierto,
humanos y mortales, ojo alerta,
que en la gracia hallará la puerta abierta
espíritu que en Dios esté despierto.

Mas ya mis culpas temen, cuando espero
su juicio, y que si llega consideran,
imaginando al Juez recto y severo.

Y en su misericordia perseveran:
supla a mi Dios la sangre del Cordero
defectos que quisiera no tuvieran.

Andrés Sanz del Castillo

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