900-Juan del Encina



ROMANCE

Yo me estaba reposando,
durmiendo como solía.
Recordé, triste, llorando
con gran pena que sentía.
Levantéme muy sin tiento
de la cama en que dormía,
cercado de pensamiento,
que valer no me podía.
Mi pasión era tan fuerte
que de mí yo no sabía.
Conmigo estava la Muerte
por tenerme compañía.
Lo que más me fatigaba
no era porque moría,
mas era porque dejaba
de servir a quien servía.
Servía yo una señora
que más que a mí la quería,
y ella fue la causadora
de mi mal sin mejoría.
La media noche pasada,
ya que era cerca el día,
salíme de mi posada
por ver si descansaría.
Fui para donde morava
aquella que más quería,
por quien yo triste penaba,
mas ella no parecía.
Andando todo turbado
con las ansias que tenía,
vi venir a mi Cuidado
dando voces, y decía:
«Si dormís, linda señora,
recordad por cortesía,
pues que fuisteis causadora
de la desventura mía.
Remediad mi gran tristura,
satisfaced mi porfía,
porque si falta ventura
del todo me perdería.»
Y con mis ojos llorosos,
un triste llanto hacía
con suspiros congojosos,
y nadie lo parecía.
En estas cuitas estando,
como vi que esclarecía,
a mi casa suspirando
me volví sin alegría.

Juan del Encina

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