SONETO
¿Qué decís y qué hacéis, pequeña amada?
¿En qué soñáis? ¿Pensáis acaso en mí?
¿Acaso no os preocupa mi desmayo,
y este penar por vos que me envenena?
Por vuestro amor mi corazón se agita
y ante mis ojos os veo sin cesar,
ausente os escucho y aun os oigo,
y sólo vuestro amor suena en mi mente.
Siempre están vuestros ojos, vuestras gracias,
en mí grabadas y también los sitios
donde os viera danzar, leer y hablar.
Os tengo siempre en mí, siendo yo ajeno,
vos sois la sola que en mi ser respira,
mi ojo, mi sangre, mi dolor, mi bien.
Pierre de Ronsard
No hay comentarios:
Publicar un comentario